Tecnología ¿ Ángel o demonio?.

 Son varios los estudios que afirman que, el consumo de las nuevas tecnologías ha pasado a ser un abuso, en muchos casos, contra la intimidad de aquel/la que esté en el “punto de mira”.

Los teléfonos móviles, las tablets, los ordenadores, etc. forman parte de la vida de los/a niños/as desde edades bien tempranas. Y el mal uso, de todo ello, puede tener consecuencias nocivas para el desarrollo íntegro del infante.

Es preocupante la cantidad de niños/as que poseen un dispositivo móvil cuando, personalmente, aún no les corresponde, por edad. La utilización continua y constante de estos aparatos, hace que los críos se aíslen y se metan en su “mundo digital”. Sin un adulto que controle y ponga límites sobre el tiempo de su uso, ellos/as como niños/as que son pasan horas y horas ante una pantalla, sin darse cuenta de lo que se están perdiendo ahí fuera. Hay que evitar que pase eso y no dejar que desconecten de la vida real, que no pierdan el interés de salir y descubrir mundo, de jugar y relacionarse con los demás.

¿Y qué pasa cuando el niño/a crece, sabe navegar por Internet, se convierte en adolescente, y ese control no es tan rutinario? -Que la cosa se descontrola...

Las redes sociales están a la orden del día y es inevitable que le lleguen a todo el mundo, independientemente de la edad que pueda tener el usuario. Cuando eres adulto, no tienes en cuenta el hecho de “qué pensarán de mí”, según lo que publique o no. Pero, cuando estás en plena adolescencia, y aún estás en ese gran y largo proceso de maduración, no sabes ni lo que quieres. No tienes en cuenta a los demás y sólo piensas en ti y en el círculo que te rodea. “El problema” llega cuando ese/a adolescente, se topa con otro/a que no es igual que él/la, por lo que sea. O bien por su estatura, o por su constitución física, o por si lleva gafas, el pelo más largo, más corto. El motivo da igual, ese segundo adolescente puede haberse convertido, de repente, en una víctima de ciberacoso o ciberbulling simplemente por haber sido catalogado/prejuzgado como una persona más “débil”. Los “ciberacosadores” son los sujetos que se dedican a maltratar psicológicamente a sus víctimas, a través del anonimato, o no, humillándolos de manera pública a través de llamadas, whatsapps, vídeos, etc. en redes sociales o grupos de amigos/as. La necesidad del adolescente por gustar e influenciar, socialmente hablando, hace que exista una constante competitividad entre ser el/la mejor y el/la más guapo/a. Y, tristemente, quien no entre en ese canon de belleza, impuesto por la sociedad, tiene la posibilidad de caer en este trato denigrante por parte de otro ser humano.

Por lo que, como adultos, bien sea desde el ámbito familiar y/o educativo (centros escolares) hay que enseñar y trabajar con los niños/as el respeto y la tolerancia hacia los demás.

Ante esta grave situación que afecta a gran parte del mundo, a finales de mayo entra en vigor el “Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea 2016/679 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 26 de abril de 2016”.

Pero aún así, no existe en el Código Penal ninguna falta o delito que recoja o delimite el acoso escolar, de modo que todas las acciones a este concepto quedan dentro del delito de " trato degradante" del Código Penal ( artículo 173.1).

Por lo que, hay que hacer una gran labor de concienciación social. Por un lado, desde el entorno más cercano/familiar hay que hacer saber a los niños/as, desde bien pequeños/as, que hay que tratar a los demás como nos gustaría que nos tratasen a nosotros/as mismos/as y que las personas tienen sentimientos y no está bien ofenderlas ni hacerlas daño. Ni mental ni físicamente. Y por otro lado, desde el centro educativo hay que ofrecer una enseñanza digna y de calidad donde los niños/as se ayuden los unos a los otros y no dejar que sean sus propias piedras en el camino.

Como conclusión, podría decirse que el adulto tiene gran parte de responsabilidad en cuanto a ser la mano que guíe a ese crío/a hacia un desarrollo completo e íntegro como ser humano. Por lo que la documentación e información, incluso formación (por parte de los docentes) tiene que ser continua.

Hay que cuidar de nuestros pequeños/as. Pues ellos/as, son el futuro.

Algunos de los artículos más interesantes que he encontrado, son los siguientes:

• Ortega-Ruiz, R, (2016), la ciberconducta y la psicología educativa: retos y riesgos Cyberbehavior and educational psychology Challenges and risks, Recuperado de: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1135755X16300082
• Orjuela López, L;  Cabrera de los Santos Finalé, B;  Mora-Merchán, J.A;  Calmaestra Villén, J y  Ortega-Ruiz, R; Acoso escolar y Ciberacoso: propuesta para la acción; Recuperado de, https://docs.google.com/viewerurl=idus.us.es/xmlui/bitstream/handle/11441/75725/acoso_escolar_y_ciberacoso_informe_vok_-_05.14.pdf?sequence=1&isAllowed=y&embedded=true
• ABC, (2018),Uno de cada dos casos de ciberacoso en España lo provoca un compañero de clase,  Recuperado de: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-cada-casos-ciberacoso-espana-provoca-companero-clase-201806270224_noticia.html.

 El vídeo que  expongo nos explica brevemente  las consecuencias del ciberacoso  y sus consecuencias.