Jugamos para divertirnos


          Mentiríamos si dijéramos que la tecnología no forma parte de nuestro día a día. La sociedad, en general, hace uso de ésta en su vida cotidiana. Habrá personas que la utilicen más y, habrá personas que la utilicen menos pero, ¿quién no tiene un teléfono móvil?, o dispone de un ordenador, tablet, etc.
       Debemos tener en cuenta que una persona adulta tiene la suficiente madurez (aunque estoy segura de que todos/as conocemos a alguien que no. Que no la tiene...pero eso es tema aparte) como para responsabilizarse de sí mismo/a sobre cuánto tiempo se pasa frente a una pantalla, bien sea de cualquier aparato tecnológico. Pero, ¿qué pasa con los más pequeños/as? Cada vez tienen acceso a “este mundo virtual” a edades más tempranas. Y es increíble presenciar o ver cómo un niño/a de un año y medio maneja con más destreza estos aparatos que ¡¡yo misma!! Considero que es importante el hecho de gestionar un buen uso tecnológico para los más pequeños/as ya que, de lo contrario, está demostrado que el pasar muchas horas frente a “estas máquinas”, perjudica al infante. Tanto a nivel social, cognitivo e incluso emocional.
    Según una maestra, con experiencia, que da clases en un colegio de Madrid, nos estamos convirtiendo en una sociedad “demasiado visual y poco auditiva”(1). En su artículo cuenta cómo cada vez es más frecuente el que los niños/as no presten la suficiente atención en clase. Cómo pierden el interés por aprender a no ser que tengan delante una pizarra digital o una tablet.
      Con el avance tecnológico se ha producido un gran cambio a la hora de que los niños/as escojan sus juguetes. Los juegos tradicionales se quedan a un lado mientras que predominan los videojuegos, como regalo predilecto. Ahora bien, existen videojuegos educativos y otros no tan educativos. Hay que elegir con cuidado qué regalar o dar a los críos/as. Hasta los dos años, la relación de los niños/as con aparatos electrónicos se limita a ver dibujos animados o canciones infantiles. Es a partir de los tres años cuando se empiezan a interesar por ellos, con más intencionalidad. Cuando llegan a los seis años de edad, aumenta la afición por los videojuegos (sobre todo por parte de los niños con juegos deportivos). Es aquí cuando debemos de hacer un parón y reflexionar… ¿qué ventajas y desventajas tiene jugar a videojuegos?
      Por un lado, el buen uso de videojuegos “ayuda a mejorar la memoria, la lógica, la concentración, el enfoque y la planificación, ya que obligan a los niños a mantener la atención si quieren ganar la partida. Además, desarrollan otras destrezas como la coordinación, la motricidad y la orientación espacial”(2). También favorece la interacción entre ellos/as en juegos de equipo, por lo que tienen que colaborar entre todos/as. Aunque, insisto, y estoy de acuerdo con que “el mejor juego para el desarrollo temprano del cerebro es el que se produce en el exterior, con otros niños y con componente físico”. (3)
      Por otro lado, el exceso de horas de un niño/a frente a una pantalla, con un mando, puede tener graves consecuencias para su desarrollo evolutivo. Algunos de los efectos negativos que pueden ocurrir son por, ejemplo: la adicción, la agresividad, el aislamiento social, afectando a su vez, al rendimiento escolar del pequeño/a. El no elegir adecuadamente la temática del vídeojuego ni establecer un horario concreto para que se juegue, puede influir en el hecho de que el niño/a sin darse cuenta, se tire horas y horas frente a la pantalla de un televisor, o de un ordenador, tablet, etc. sin darse cuenta de que el verdadero juego está en la calle, disfrutando de lo que tiene a su alrededor y rodeado de sus iguales. Son cada vez más los casos de niños/as que se aíslan y no salen de casa porque prefieren estar jugando con sus videojuegos.
Por lo que podríamos concluir este tema diciendo que el uso de videojuegos en niños/as pequeños debe de estar controlado por un adulto responsable que no deje que “el mundo virtual” se apodere de él/la. Debemos fomentar un uso didáctico y potencialmente educativo.
     Por último, y a nivel personal, me gustaría comentar que creo que los videojuegos entretienen, pero que no son un aprendizaje significativo de verdad. Que los niños/as deben aprender jugando al aire libre y experimentando con aquello que les resulte interesante. Disfrutar y compartir momentos de risa con sus iguales. Disfrutar de su infancia. Disfrutarla de verdad.


    A continuación, comparto un vídeo donde se ve u observa todo lo expuesto anteriormente relacionado con el tema.




(1) San Martín, O.; (2015), La educación virtual,El Mundo, Recuperado de: https://www.elmundo.es/espana/2015/04/08/55241a72268e3e8f268b456d.html

(2) Arias, M.; (2016) Mira los beneficios de los videojuegos en la educación;Elige Educar, Recuperado de: eligeeducar.cl/beneficios-videojuegos-educacion

(3) Fernández Sánchez, M; (2017) El impacto de los videojuegos en el cerebro del niño; Recuperado de: https://elpais.com/elpais/2017/08/28/mamas_papas/1503911803_842969.html






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